lunes, agosto 27, 2007

Caótica Ana

El viernes pasado fui al cine con Fernando a ver Caótica Ana.
En realidad, quedamos para ver las oficinas tan impresionantes que tiene su empresa en la Plaza de Santa (no caótica) Ana: edificio singular con escalera clásica, diseño hasta en el mobiliario y una terraza y azotea que regalan unas vistas espectaculares de Madrid.
En realidad, habíamos quedado porque estaba de Rodríguez, aprovechamos para ver su oficina, cenar de tapas en la C/ Barcelona, ir al cine a ver la última película de Medem y tomar unos mojitos en La Negra Tomasa mientras charlábamos sobre la vida, Internet, management, Yoga, twiter, libros, su chica, la mía, la mente, los blogs, el ego, el Amor…
Vamos, lo típico.
La típica charla de café.
O de mojito.
El tipo de charla que puedes entablar con aquellas personas con las que supiste el día que las conociste que la comunicación iba a ser siempre privilegiada.

Hoy he leído una crítica sobre Caótica Ana. La ponía fatal, decía que era super-pretenciosa, bla-bla, bla-bla, qué-tal-estás…
Me he acordado de la entrevista a Luis Landero que leí este verano. (Luis Landero, autor de “Juegos de la edad tardía” o “Caballeros de Fortuna”, era, junto a Javier Marías, uno de nuestros escritores favoritos durante la etapa literaria que atravesamos en la universidad).
En la entrevista, Luis Landero decía, entre otras muchas cosas interesantes, que en este país se opina mucho y se piensa poco.
Yo creo que es así.
Hay pocos creadores, pocas personas dispuestas a innovar, a arriesgarse, a equivocarse, a reinventarse, a dudar, a aventurarse por caminos menos trillados, a confiar en su sensibilidad.
Pocas personas dispuestas a rodar una película que plasme las imágenes que pueblan su mundo imaginario.

A mí me interesa mucho la gente así.
Julio Medem me parece uno de esos creadores. Como actor, uno de mis sueños es trabajar con él. Imagínate... Dicen que es de los pocos (o de los mejores) directores-de-actores que existen en España.
Me gusta lo que hace y cómo lo hace.
Me gusta que me haga viajar con sus películas.
Me gusta la música que elige.
Me gusta que me presente personajes que no creen saberlo todo, que se preguntan quiénes son.
Me gusta que escriba Poesía con imágenes.
Y, como decía Fernando, me gusta que sea capaz de contar una historia, de armar una trama, con todas esas cosas.

6 comentarios:

Luis dijo...

Hola chico:

Suscribo totalmente tus reflexiones sobre la peli y el director.

¿Has visto "La Soledad"?

Un besote

Luiso.

Fernando Polo dijo...

Me ha costado llegar, pero llego.

Es terrible, pero la realidad es esa de "es más fácil destruir que construir". Destruir... lo sabemos hacer casi todos. Construir es otra historia.

Y eso de crítica constructiva, no sé, me parece un oxímoron.

Opinar es un ejercicio de tiempo libre. Tomarse las opiniones en serio, una especie de flagelación encubierta. A mí me gusta opinar. Es sencillo, y a veces, incluso me hace pensar (las menos, ahora mismo, prácticamente no recuerdo la última vez en que antes que opinar, tuve que pararme a pensar).

La opinión es la vaca sagrada de la democracia. El mal necesario, por el que a todos nos gusta pasar. Nos creemos que la libertad es "opinión", y realmente opinar, no es más que un síntoma de la libertad. Que la libertad se construye de una forma muy distinta.

Los blogs son ejercicio de opinión pura. Algunos podrían clasificarse de edificios literarios, de obras de pensamiento. Muy pocos, casi no encuentro ejemplos. Los libros son otra cosa.

Caótica Ana puede ser pretenciosa (caso contrario, sería poco ambiciosa), pero pretenciosa de "pretender", no de pedante. Pedante no es. Pedante es el crítico casi siempre. Y el blogger. Ser pedante se estila hoy mucho.

Creo que voy a llevar esto a un post, porque se lo ha merecido, el comentario mío... Se merece post con permalink y todo.

Anónimo dijo...

A mí con Medem me pasa lo mismo que a tí. Tengo una sensación continua de estar viviendo dentro de un poema, o de una música intensa y sin letra o de un cuadro abstracto que cada uno se imagina un poco como quiere.
Me encantaron las dos primeras partes de la película, el último tercio no me gustó nada. Pero aun así ya es mucho. Es como las pelis malas de Woody Allen, siempre tienen algo.
Siempre iré a ver las pelis de Medem, porque son inspiradoras y tienen música y poesía. Al cabo de varias semanas, me choqué con él por la calle. Será una señal?

Anónimo dijo...

Acabo de ver la peli in extremis (solo queda una sala en Madrid) y me he acordado de tu post.

Tengo una mezcla de sentimientos respecto a la pelicula. Hay unas cuantas cosas que no me han gustado (y me parece pelín pretenciosa, sí), pero me alegro de haberla visto, porque tiene varios momentos visuales-sonoros estupendos.

Blógmulo dijo...

Me han encantado vuestros comentarios, chicos, así como la procedencia de los mismos...

Anónimo dijo...

Me encanta tu disertación sobre Medem....he visto sólo 2 pels de él , pero todas me han transportado a lugares increíbles, y me han tenido pegada al sillón del cine...saludos. Meri